El día de la inauguración y el domingo de Pascua

1 de abril de 2021

Early Wynn lanzó 23 temporadas en las mayores. Dijo esto sobre el día de la inauguración: "Un partido inaugural no es como cualquier otro. Hay un poco de emoción extra, un latido más rápido del corazón. Tienes esa ansiedad por tener un buen comienzo. Sabes que cuando ganas el primero, no puedes perderlos todos".

Para los pastores, el domingo de Pascua se parece mucho al día de la inauguración, ¿no es así? Está la emoción de una casa llena y una multitud expectante. Existe el optimismo de que éste puede ser el comienzo de una nueva y maravillosa temporada para nuestra iglesia. Y al igual que el día de la inauguración, los pastores vienen con la esperanza de obtener una gran victoria en la Pascua.

Pero permítanme desafiarles a que reconsideren la forma en que cuentan sus victorias y derrotas el Domingo de Pascua, porque los números no cuentan toda la historia.

No se puede medir lo que realmente importa simplemente por los números de un recuadro. El día de la inauguración en 1947, Jackie Robinson no bateó nada, 0 de 3 con tres outs. Sin embargo, ese día hizo historia al romper la barrera racial y convertirse en el primer afroamericano en las grandes ligas de béisbol.

No se puede juzgar el impacto de un jugador por los números de un día. Y tampoco puedes juzgar a un pastor o a una iglesia por los números del domingo. Así que, no juegues con los números. Deja que la eternidad te hable de las barreras espirituales que se rompieron porque fuiste fiel a presentarte y dar lo mejor de ti.

Jackie Robinson simplemente se presentó, bateó, jugó en primera base y no dejó que su puntuación lo definiera ese día. Como resultado, su número 42 es el único número que ha sido retirado universalmente por las grandes ligas de béisbol.

Predicador, no tienes que hacer un jonrón. Muchos domingos, siento que no llego a la base. Pero simplemente preséntate, predica sobre Jesús, ama a la gente y no dejes que los números te definan. Lo que realmente importa no siempre se puede cuantificar en una tarjeta de puntuación o en un formulario de perfil de la iglesia.